martes, 16 de febrero de 2010

J'ai pensé avec naïveté

*~ Si ya lo sé, mis labios son diminutos...

Solos... únicamente tu y yo, en el suelo de esta habitación. Me gusta aquí porque está esa ventana en la que podemos ver lo que pasa fuera, mientras nos abrazamos.


Parece que hay guerra o un huracán; no sé, ambas son tan parecidas. El cielo está totalmente oscuro a pesar de que el reloj no marca una hora muy avanzada. Los truenos y relámpagos alumbran el cuarto y son, además, lo único que llena de sonido el momento porque nosotros no hablamos. Mi cabeza descansa en tu pecho, muy cerca de tu corazón y escucho cómo se acelera. Lo sé, te dan miedo las tormentas; pero me abrazas como haciendote el valiente tratando de que no me asuste y, a mi, eso me parece adorable... tu eres adorable.

Trato de decir unas palabras pero un rayo estrenduoso me lo impide. Iba a decir cómo agradecía que estuvieras en mi vida, como es que eres el hombre perfecto para mi... pero lo dejo todo en la punta de mi lengua. Así, vuelve mi cabeza a tu pecho; me abrazas fuertemente, juegas con mi cabello; pareciera que te estas olvidando de aquella tormenta que nos ataca.

Siento como tus manos acarician mis brazos, mi espalda. De nuevo el cuarto se llena de luz y aprovecho para echar un vistazo a tu rostro: tus ojos ya estaban en mi. Sonreímos como niños. Tu mano toma mi barbilla y enfila mis labios con los tuyos. De nuevo, uno de esos besos que tanto me gustan, es decir, los tuyos. Esos en los que sostienes mi cuello, cierras tus ojos (tus hermosos ojos), te acercas lentamente, acaricias mis labios con los tuyos y, sin demasiada prisa, los besas. Este fue largo; no escuchaba otra cosa que no fuera tu respiración y el sonido de nuestros labios.

Amo estar contigo así... pensé que nunca sucedería.

Justo después de eso pareciera que quieres decir algo, pero un destello casi divino roba las palabras de tu boca. Me rindo... por hoy creo que no hablaremos mucho; sin embargo, tu insistes, no con palabras, todo es ya más bien sensorial. Ni un sólo sonido pero sé que quieres que vuelva a escuchar tu corazón:
"Lo sé..."- con un movimiento de mi cabeza, te expreso.
Tomo tu mano y la dirigo al mío. Sé que lo sientes, sé que te das cuenta que mi corazón igual late, vive; y yo por fin me doy cuenta de que ¡sí, realmente está vivo!.

Dices (aún sin palabras) que aquella aceleración en tu pecho no se debe a lo que está pasando allá fuera sino a que estás con la mujer que siempre has deseado... con la que quieres pasar el resto de tu vida. Otro ruido ensordecedor y, entonces, tus labios se mueven en "cámara lenta":
"¿Quieres pasar el resto de tu vida conmigo?"- dices.
Y yo... yo siento como si mis brazos perdieran toda la fuerza, como si alguien pusiera su rodilla en mi pecho y apretara contra el con el peso de todo su cuerpo. Simplemente el vocabulario en mi cabeza, se pierde.

¿Me he quedado, acaso, demasiado tiempo sin decir nada? ... Otro rayo... es probable que pienses que no diré nada porque no quiero pero, la verdad, es que no puedo.
"Estoy aquí entre tus brazos, frágil. Nunca me dejes. No permitas que mi historia acabe con este hermoso presente. Bésame... bésame de nuevo y repite esas palabras que, por supuesto, ¡quiero!"- Todo esto lo digo a mi misma dentro de mi cabeza.

Y entonces, me decido: no debo sostenerlo más. Te responderé, tímidamente, pero lo haré. Espero a ganarle al próximo estruendo, parece que no habrá más:
"Sí quiero compartir la vida contigo...".

Otro silencio adornado por tu sonrisa. Comienza a llover; me besas de nuevo...

Espera, suena el teléfono... Tengo que apartarme de tus brazos:
"No te preocupes amor, regreso en seguida..."

... oh!, eres tu...


. . . Supongo que estaba soñando de nuevo...

martes, 9 de febrero de 2010

Je veux quelque chose...

Tenía varios días tratando de subir un caption acá. Era relacionado con el babyshower de mi mejor amiga (a quien llamo “sis♥”) y celebrando una de esas historias (la suya) de amor que uno a veces cree que sólo pasan en las películas. Sin embargo, simplemente 2 días después de estar intentandolo, me riendo (por el momento).

Y es que, además, me ha surgido un issue que si bien es mucho más personal, siento necesaria su expresión. Esto último no sé con exactitud por qué es, probablemente tenga que ver con “sacar los trapitos al aire” y de alguna manera reaccionar ante los mismos.

Me advirtieron que esto pasaría, que después de terminar algo importante vendría este “episodio”. Y, heme aquí, sintiendo ese cansancio mental y físico tan desagradable; porque, por si fuera poco, me pone en un estado ciertamente de trsiteza. Lo físico no se ha podido solucionar ni con más de 12 horas durmiendo (porque al momento en que me levanto me siento cansada), ni el mental tratando de pensar en otras cosas.

Creo que nunca me había pasado algo así. Es decir, sí se que tiendo a la introspectiva constante y ¡“encerrarme en mi misma” es común! pero la tristeza es el factor inovador, y no es para nada agradable. He hablado poco con mi familia y aún menos con mis amigos. Hace unos días salí con mis amigas de la carrera y a la media hora yo quería salir del lugar. Es ese extraño vacío que supongo me estoy creando a mi misma.

Incluso he estado postergando demasiado tiempo ya esa oferta de trabajo con el pretexto de que “no me gusta tanto”. Digo que es pretexto porque siempre me había sentido con esa maravillosa capacidad de hacer que, en lo que trabaje, me encante y me vuelva apasionada de ello. Pero esta vez, no quiero al parecer, ni siquiera, salir de mi habitación.


Por el momento debo dejar de escribir, el hambre hará que me levante de la cama.