Solos... únicamente tu y yo, en el suelo de esta habitación. Me gusta aquí porque está esa ventana en la que podemos ver lo que pasa fuera, mientras nos abrazamos.
Parece que hay guerra o un huracán; no sé, ambas son tan parecidas. El cielo está totalmente oscuro a pesar de que el reloj no marca una hora muy avanzada. Los truenos y relámpagos alumbran el cuarto y son, además, lo único que llena de sonido el momento porque nosotros no hablamos. Mi cabeza descansa en tu pecho, muy cerca de tu corazón y escucho cómo se acelera. Lo sé, te dan miedo las tormentas; pero me abrazas como haciendote el valiente tratando de que no me asuste y, a mi, eso me parece adorable... tu eres adorable.
Trato de decir unas palabras pero un rayo estrenduoso me lo impide. Iba a decir cómo agradecía que estuvieras en mi vida, como es que eres el hombre perfecto para mi... pero lo dejo todo en la punta de mi lengua. Así, vuelve mi cabeza a tu pecho; me abrazas fuertemente, juegas con mi cabello; pareciera que te estas olvidando de aquella tormenta que nos ataca.
Siento como tus manos acarician mis brazos, mi espalda. De nuevo el cuarto se llena de luz y aprovecho para echar un vistazo a tu rostro: tus ojos ya estaban en mi. Sonreímos como niños. Tu mano toma mi barbilla y enfila mis labios con los tuyos. De nuevo, uno de esos besos que tanto me gustan, es decir, los tuyos. Esos en los que sostienes mi cuello, cierras tus ojos (tus hermosos ojos), te acercas lentamente, acaricias mis labios con los tuyos y, sin demasiada prisa, los besas. Este fue largo; no escuchaba otra cosa que no fuera tu respiración y el sonido de nuestros labios.
Amo estar contigo así... pensé que nunca sucedería.
Justo después de eso pareciera que quieres decir algo, pero un destello casi divino roba las palabras de tu boca. Me rindo... por hoy creo que no hablaremos mucho; sin embargo, tu insistes, no con palabras, todo es ya más bien sensorial. Ni un sólo sonido pero sé que quieres que vuelva a escuchar tu corazón:
"Lo sé..."- con un movimiento de mi cabeza, te expreso.
Tomo tu mano y la dirigo al mío. Sé que lo sientes, sé que te das cuenta que mi corazón igual late, vive; y yo por fin me doy cuenta de que ¡sí, realmente está vivo!.
Dices (aún sin palabras) que aquella aceleración en tu pecho no se debe a lo que está pasando allá fuera sino a que estás con la mujer que siempre has deseado... con la que quieres pasar el resto de tu vida. Otro ruido ensordecedor y, entonces, tus labios se mueven en "cámara lenta":
"¿Quieres pasar el resto de tu vida conmigo?"- dices.
Y yo... yo siento como si mis brazos perdieran toda la fuerza, como si alguien pusiera su rodilla en mi pecho y apretara contra el con el peso de todo su cuerpo. Simplemente el vocabulario en mi cabeza, se pierde.
¿Me he quedado, acaso, demasiado tiempo sin decir nada? ... Otro rayo... es probable que pienses que no diré nada porque no quiero pero, la verdad, es que no puedo.
"Estoy aquí entre tus brazos, frágil. Nunca me dejes. No permitas que mi historia acabe con este hermoso presente. Bésame... bésame de nuevo y repite esas palabras que, por supuesto, ¡quiero!"- Todo esto lo digo a mi misma dentro de mi cabeza.
Y entonces, me decido: no debo sostenerlo más. Te responderé, tímidamente, pero lo haré. Espero a ganarle al próximo estruendo, parece que no habrá más:
"Sí quiero compartir la vida contigo...".
Otro silencio adornado por tu sonrisa. Comienza a llover; me besas de nuevo...
Espera, suena el teléfono... Tengo que apartarme de tus brazos:
"No te preocupes amor, regreso en seguida..."
... oh!, eres tu...
. . . Supongo que estaba soñando de nuevo...
Muy interesante! Las imagenes de rayos y estruendos añaden ese toque de incertidumbre, la sorpresa.
ResponderEliminar(Esto deberia preguntarlo en formspring):
¿Hay algo de metaforico en el ultimo "estruendo"?
Como sea, muy bello texto.
Me gustó mucho el relato, eso de tener momentos hermosos que se rompen súbitamente al despertar es una sensación horrible; he escrito cosas así.
ResponderEliminarLa parte de los latidos es emocionante, quizá mi favorita... me recuerda el como mi corazón parece reventar mi pecho y quitarme la respiración; me trajiste buenos recuerdos.
Lo único que no entiendo es el inicio: "*~ Si ya lo sé, mis labios son diminutos...", ¿tiene eso algo malo? ¡Por Dios, se ven geniales y... ejem... deseables!
Oh my... you blow my mind.
ResponderEliminarQué te puedo decir? Me encantó este post, tan.. lleno de.. amor, y no, no me parece emo.
Tengo una entrada del mismo estilo:
http://vivalae.blogspot.com/2010/02/gift-i-didnt-think-could-be-real.html
Espero la puedas checar y a ver que te parece.
A veces, esos momento son lo mejor, esos momentos en los que tienes a la persona que quieres en tus brazos.. poder poner tu cabeza sobre su pecho, escuchar su corazón.. no hay comparación.
Saludos. ;)
soñaarr!! aeee (l)
ResponderEliminartus labios chiquitos jajaa
n.n