A Fredrick

Querido Fredrick:

¿Por dónde empezar? Supongo que debiera decir todas esas palabras que se acostumbran en una carta amistosa como lo es esta, así que será entonces de esa forma... Espero que te encuentres de lo mejor (lo mejor que se pueda y que esto sea de acuerdo a lo que has pedido) ya hace tiempo que no sé de ti y he decidido dejar de lado mi orgullo solo por unos momentos (en los que escribo esto) porque te extraño más de lo que creí que lo haría...

No. Creo que eso no lo debí decir aún. De acuerdo, hagamos de cuenta que no lo he dicho.

Entonces... espero de verdad que te encuentres de lo mejor. Yo no sabría decir con exactitud como me encuentro yo, y me encantaría saltarme esta parte de la carta, pero me temo que se quedaría en 3 renglones la hoja. Tal vez debería dejar de escribir lo que pienso, es solo que ya sabes lo que se me dificulta hacer eso! y que es la única forma que encuentro de expresarme.

Tengo ganas de contarte que he despertado extrañando que estés ahí para darme ese primer abrazo del día que era augurio de que nada malo podría pasar. Sí... ya sé.... ya sé que algunas veces te pedía que no lo hicieras simplemente porque no amanecía de humor, pero en estos meses no he hecho más que esperar que vuelva a suceder. Y ni hablar de toda la jornada ordinaria que se me vuelve tan insípida si no puedo compartirla contigo.

He tratado de conocer gente nueva (porque obviamente todo mi pasado me recuerda a ti), sin embargo... ha sido difícil. No es tan fácil que alguien con tantos problemas como yo encaje en algún sitio, pero de verdad lo intento. Trato de hacer que mi vida funcione después de ti ... sin ti.

Creo que estas letras comienzan a perder su objetivo, así que pararé.

Solo me queda pedir que me hagas saber de ti. Lo que sea, lo apreciaré bastante ...



.- Margrette